“El origen de la Psicología en el Servicio Médico Forense Del Distrito Federal”

26.03.2014 11:17

CONGRESO DE CIENCIAS FORENSES DE LA

INAUGURACIÓN DEL SERVICIO MÉDICO FORENSE DEL DISTRITO FEDERAL. 

 

 

TITULO.- “El origen de la Psicología en el Servicio Médico Forense Del Distrito Federal”

 

 

“Para que aumente el número de las conquistas de la humanidad tenemos que educarnos de modo que todos queramos cooperar con los demás”

Franklin D. Roosevelt.

 

 

RESUMEN:

           

            Se pretende que el presente trabajo sea el inicio de una serie de investigaciones que se lleven a cabo en el Servicio Médico Forense del Distrito Federal, ya que es de reconocerse la gran importancia que tienen los estudios psicológicos que en el aspecto legal son solicitados por las autoridades jurídicas y que de lo cual en México, carecemos de personalidad crítica ante estas. Por lo que tomando en cuenta la gran variedad de pacientes que se atienden en el mismo Servicio, así como la diversidad de tópicos tratados en los mismos, se genera la necesidad de realizar una investigación que recopile una serie de perfiles de personalidad, caracterizando específicamente a la población que se atiende en dicho Servicio.

            La medición de síntomas sigue y seguirá siendo una de las funciones legítimas de desarrollo y crecimiento en el área de la Psicología Forense, por ello es que la interpretación que se realiza, se da en función de los cambios conceptuales ocurridos tanto en el pensamiento social, como en el profesional de ésta área; lo que ha conducido a que las descripciones del comportamiento anormal humano se mueva de lo cualitativo a lo cuantitativo, constituyendo de esta forma una verdadera revolución.

Para entender estos cambios fue necesario explorar temas inmersos en lo que es la psicopatología descriptiva (como un sistema cognitivo y descriptivo designado para representar aspectos del comportamiento anormal), la fenomenología (como instrumento utilizado para captar la “esencia de la experiencia” llevando a cabo la interrelación entre la teoría y la observación de casos reales), la psicometría (donde se llega a la conclusión de que no todos los síntomas pueden medirse con el mismo instrumento, surgiendo la necesidad de desarrollar nuevos modelos para la formación y reconocimiento de síntomas), llegando así a que la normatividad es necesaria para decidir a qué nivel de gravedad, intensidad o duración deberá ser eficiente para aceptar un síntoma como presente, siendo la disponibilidad de las teorías psicológicas la que sirva de soporte para la construcción de perfiles de la conducta humana; y en base a la probabilidad y estadística podemos darnos cuenta de la problemática existencial actual en nuestro país.

 

 

ABSTRACT:

 

 

This work pretends to be the beginning of a series of investigations that the Distrito Federal’s Forensic Medical Service of Federal District carries out, because it has to admit the importance that the psychological studies have in the legal aspect because these are requested by the juridical authorities, and in Mexico we lack critical personality to these.

            Because of the great variety of patients that are attended in the Service, and the diversity of topics that are deal in these cases, it’s generated the necessity to do a investigation that gathers a series of personality profiles, characterizing the population that is assisted in this Service specifically.

            The measure of symptoms continues and it will continue being one of the legitimate functions of development and growth in the area of the Forensic Psychology, hence it is that the interpretation that is carried out, is given in function of the conceptual changes happened so much in the social thought, as in the professional of this area; what has driven to the descriptions of the abnormal human behaviour move from the qualitative thing to the quantitative thing, constituting this way a true revolution.

            In order to understand these changes it was necessary to explore topics related to the descriptive psychopathology (as a cognitive and descriptive system designated to represent aspects of the abnormal behavior), the phenomenology (as instrument used to capture the "essence of the experience" carrying out the interrelation between the theory and the observation of real cases), the psychometric (where people reached the conclusion that not all the symptoms can be measured with the same instrument, arising the necessity to develop new models for the formation and recognition of symptoms), arriving this way to know that the normatively is necessary to decide to what level of graveness, intensity or duration will be efficient to accept a symptom as existing, being the readiness of the psychological theories the one that serves as support for the construction of the human behavior profiles; and based on the probability and statistic we can realize the existential current problem in our country.

 

 

 

 

 

 

 

 

INDICE.

 

 

     I.         RESUMEN.

 

   II.         ABSTRACT.

 

 III.         INTRODUCCION.

 

 IV.         DESARROLLO HISTORICO DE LA PSICOLOGIA FORENSE.

 

   V.         INVESTIGACION DE LA HISTORIA PERSONAL Y FAMILIAR.

 

 VI.         DESCRPCION Y SELECCIÓN DE INSTRUMENTOS DE EVALUACION PSICOLÓGICA FORENSE.

 

VII.         GRAFICAS ESTRUCTURALES QUE CONTIENEN LOS PERFILES DE PERSONALIDAD ENCONTRADOS EN EL PRESENTE TRABAJO.

 

VIII.         CONCLUSIONES.

 

 IX.         BIBLIOGRAFIA.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN.

 

 

Es de gran importancia concientizar que el ejercicio de la Psicología Forense, debe ordenarse en busca de una finalidad humana y social, tomando en cuenta la relación con lo legal, sin embargo puede expresarse en objetivos tales como: el bienestar, la salud, la calidad de vida, la plenitud del desarrollo de las personas y de los grupos, en los distintos ámbitos de la vida individual y social. Puesto que el profesionista en ésta área no debiera ser el único que persiguiera estos objetivos humanitarios y  sociales, es conveniente y en algunos casos es precisa la colaboración interdisciplinar con otros profesionales, sin perjuicio de las competencias y saber de cada uno de ellos.

Sin embargo, no es este el momento de hacer filosofía, ni es lo que se pretende, se intenta simplemente dirigir la simple, estricta y lúcida observación de uno mismo y de los demás, lo que nos permite anticipar procesos o conexiones orgánicas antes de que la ciencia descubra en que consisten exactamente. Por lo que todo avance en el saber supone una revisión del pasado, un movimiento en los flancos, de los lindes disciplinarios o campos semánticos con los que se han separado los fenómenos: gravedad – trayectoria de los astros, desde Galileo; cultura – represión, desde Freud; partícula – onda, desde Planck; materia – energía, desde Einstein, etc. Y hoy parece también que los avances más significativos se producen en estos lindes temáticos, semánticos y disciplinares, en los cruces o interfaces hombre – máquina, sociología – biología, etc. No es por casualidad si hoy los científicos nos explican la agresión animal desde la teoría de las Catástrofes, los cambios climáticos desde el efecto Mariposa o el orden físico desde la teoría del Caos.

Esto es lo que mas llama la atención en el monografo “Medición  Clínica Psiquiátrica y Psicológica”, que a lo largo de la obra, se menciona que lo que mas es de admirarse de los profesionistas, es su voluntad y su capacidad para sacar tanto las mediciones como las descripciones de sus casillas. En donde se continua mencionando que el tema viene de lejos y hasta recordar a Zenón para darse cuenta de que existe una relación dialéctica entre medida y cualidad, entre medición y descripción, por lo que es de observarse en varios casos que existe una tensión entre la cantidad y la calidad, entre el medir y el comprender, como la que hay entre la fórmula y la forma (Gestalt) de las cosas, pues bien lo que tratamos de realizar en este trabajo de investigación es mantener la cadena por sus dos extremos introduciendo la medición entre los ámbitos más íntimos de la personalidad, realizando un confrontamiento riguroso con el territorio supuestamente mas cultural o narrativo de las descripciones.

De igual forma podemos darnos cuenta de que después de todos los avances de la ciencia, las neurociencias y mas recientemente, la neuroimagen, seguimos utilizando prácticamente los mismos términos que se empleaban siglos anteriores para descubrir los “estados del alma”, Manía, Melancolía, Delirio, Culpa, Alucinación, Trastorno, Deterioro, etc. Y que decir de la descripción que hace el paciente de su propio estado, de los términos en los que describe su dolencia, los mismos de la tradición psicoanalítica. Así la psicopatología convencional sigue a menudo descomponiendo y describiendo los problemas de la mente, seguimos hablando de “problemas de seguridad”, al hecho mismo de que un término pueda aplicarse igualmente a problemas o situaciones tan distintas, es un indicativo de acercamiento a la comprensión de las mismas, sin embargo no a la solución de alguna de ellas, ya que esto depende específicamente del propio paciente. Pretendiendo los profesionistas de la Psicología Forense dar por buena la descripción del propio paciente, pero en contraste con los mecanismos del “epojé” o de la “empatía” fenomenológica, se lleva a cabo un trabajo intenso para diferenciar lo de verdad significativo o pertinente, considerando los distractores que entorpecen la audición de la verdadera señal.   

      

 

 

DESARROLLO HISTORICO DE LA PSICOLOGIA FORENSE.

 

 

            En el proyecto inicial del Servicio Médico Forense del Distrito Federal y debido a la propia sociedad imperante en los años 70’s, se contemplaban exclusivamente áreas específicas de las Ciencias de la Salud, tales como; “Patología, Química y Medicina por supuesto”, así como áreas relacionadas única y exclusivamente con aspectos Criminológicos (Fotografía e Identificación, entre otras), excluyendo ciencias que hoy en día no es posible explicar su omisión y que tienen que ver con la necesidad derivada de las propias conductas desarrolladas en los tiempos presentes, dichas ciencias dedicadas a estudiar y evaluar las conductas humanas, bajo un factor que es el jurídico – legal, como la “Psicología y la Psiquiatría”, se incorporaron en años recientes, derivado de la visión multidisciplinaria de las autoridades de esta Institución y que a través del tiempo la humanidad ha tenido la necesidad de evolucionar en todos los aspectos, por ello nos remontaremos al año de 1991, cuando en el Servicio Médico Forense del Distrito Federal ingresa a la plantilla de Peritos el primer personal Profesional en el área de Psicología; en esos momentos en la Subdirección de Servicios Periciales solo existían Profesionistas en el área de Psiquiatría, abocados específicamente a las demandas que por parte del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal había en los juicios relacionados con la “Salud Mental” de personas sometidas a valoración, por otro lado también eran requeridos en casos para determinar “Imputabilidad e Inimputabilidad”, o en su defecto acerca de la “capacidad de querer y entender” del sujeto mismo sometido a estudio, sin embargo en ese tiempo el Servicio Médico Forense del D.F., se vio en la necesidad de abrir camino a una ciencia que ha estado y seguirá estando muy relacionada con dichos aspectos mencionados; como lo es. la “Psicología Forense”.

            El hecho es que el personal de Psicología Forense, inicia su labor como “colega” de la Psiquiatría Forense, interviniendo en casos de Interdicción, así como valoraciones de presuntos responsables de algunos delitos como Robo, Lesiones, Homicidios, entre otros de carácter Penal; durante ese tiempo la experiencia que se obtiene de esta labor, es incalculable e indescriptible cuando se realiza con interés, gusto y deseos de abrir camino a esta nueva área en el Servicio Médico Forense del D.F.

            Para el año de 2000, la plantilla del personal en el área de “Psicología Forense” había aumentado a tres profesionistas, para estos momentos en el Servicio Médico Forense surge la necesidad de desligar la Psicología de la Psiquiatría, como respuesta a que los requerimientos por parte de los Juzgados del Tribunal Superior de Justicia del D.F. estaban dados a partir de indagar acerca de los problemas que se estaban dando en la familia como núcleo de la sociedad, es decir, el incremento de separaciones familiares, de divorcios, a raíz de violencia familiar, de género, de abandono de los hijos por parte de uno o ambos padres, de manipulaciones de los hijos para declarar en contra del otro progenitor que no vive con él; incluso para inducir a los hijos a dar declaraciones falsas; de igual forma se comienza a recibir solicitudes de  valoraciones de carácter psicológico acerca de “daño moral”, “secuelas de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro”, consecuencias por Violencia Familiar y de Género, “daño Psicológico” por Abuso Sexual, incluso Violación; valoraciones psicológicas en menores hijos de padres separados o en su defecto divorciados; incluyendo a lo que en ese momento tenía inmersión en la conceptualización de daño a los menores, como lo que mas adelante se conocería como  Síndrome de Alienación Parental.   

            Con todo lo anteriormente descrito; para el año de 2004, surge la necesidad de dar a conocer el trabajo que el área de “Psicología Forense” realizaba, a las autoridades competentes jurídicamente hablando del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, relacionadas con las solicitudes de valoraciones en dicha área; ya que se habían presentado dudas acerca de la forma en que se debía, profesionalmente, solicitar las valoraciones al Servicio Médico Forense del Distrito Federal; tomando en cuenta que legalmente, existen lineamientos para el desarrollo de dicha área; por lo que habiendo una respuesta y apoyo por el mismo Tribunal Superior de Justicia del D.F., se lleva a cabo la realización de “Cursos” impartidos a “Magistrados, Jueces, Secretarios de Acuerdos, Ministerios Públicos, e incluso Proyectistas”, así como todo profesionista que labore en el Tribunal Superior de Justicia del D.F. y que este directamente relacionado con la decisión de emitir una opinión profesional de los problemas que aquejaban a la sociedad en esos momentos. 

            Cursos como “Introducción a la Psicología Forense”, “La Familia como Sistema y Modelo Cibernético de Información – Comunicación en Proceso de Adaptación”, que a su vez fueron impartidos por el personal de Psicología con que en esos momentos contaba el Servicio Médico Forense del D.F.

            Para finales del año 2005, se da a conocer, a todo el personal profesional del Servicio Médico Forense del D.F. el “Programa de Cooperación Unión Europa – México, como el Fortalecimiento y Modernización de la Administración de Justicia en México”, el cual daba la oportunidad de  participar en un Programa Piloto de “Apoyo al Semefo”,  para la actualización profesional, otorgando becas a los profesionistas de este Servicio que concursaran para ello; cabe hacer mención que inicialmente no se había contemplado el área de Psicología Forense para participar en ello, sin embargo a insistencias del personal de la misma área, se dio la oportunidad de participar en ello, lo que resultaron seleccionadas una Psiquiatra y una Psicóloga como beneficiarias de dichas becas.

Es necesario hacer hincapié la gran experiencia que se obtuvo de ello, en lo que respecta al área de “Psicología Forense”, por lo que para el periodo del mes de marzo – abril de 2006, se da la oportunidad de laborar al lado de profesionistas reconocidos como la Psic. Blanca Vázquez Mezquita, quien es autora del libro de “El Manual de Psicología Forense”, así como de investigaciones hechas con apoyo del Museo “Reyna Sofía”, acerca de la “Credibilidad del Testimonio”, aplicando el Método Steller y valorando los diecinueve criterios de validación que este contiene; de igual forma con las profesionistas Ma. Paz Ruiz Tejedor y Concepción de la Peña Olivas, siendo las tres Psicólogas Forenses de la  Clínica Forense de Madrid, España, así como autoras de libros como “Psicopatología Clínica Legal y Forense”, siendo este una compilación del “XII Simposium de la Sociedad Española de Psiquiatría Forense”, entre otros; así como al lado del Dr. Santiago Delgado Bueno, Medico Forense de Majadahonda y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

   

 

 

INVESTIGACION DE LA HISTORIA PERSONAL Y FAMILIAR.

 

            El primer paso para el correcto diagnóstico y análisis de los padecimientos mentales es sistematizar la teoría y la técnica de la “Entrevista Clínica”. El presente monógrafo pretende transmitir el espíritu que debiera regir los encuentros entre el profesional de la salud mental y su objeto de estudio, es decir, la praxis profesional  y el paciente que al ser lastimado por las relaciones interpersonales repetitivamente frustradas, es incapaz de resolverlas sin autolesionarse, manifestando una serie de contradicciones a que lo somete la sociedad en la que se encuentra inmerso. Como es ya conocido, la concepción de la enfermedad en general y de los padecimientos o trastornos mentales en particular, esta condicionada por ideas mágico – religiosas, filosóficas, ideológicas o científicas propias de la sociedad en la que se inserta la práctica clínica. Situación que signa el modo y finalidad del encuentro entre el paciente y el profesionista a quien se ha designado el rol de encargarse del caso mismo, quien realizará la labor profesional a fin de indicar lo necesario para mejor coadyuvar la impartición de la justicia.

            Laín Entralgo, 1961, señala con razón que “la forma interna” del relato patográfico, aquella de que es vestidura verbal o retórica su “forma externa”, constituye el término de una imperativa faena de selección. El narrador se obligado siempre a elegir las notas más idóneas a los fines de su propia narración. Y dependiendo de estos fines , las modalidades de la entrevista y exámenes de los enfermos mentales, varían, dependiendo de aquello que se considere significativo para su diagnóstico y tratamiento, lo que a su vez se deriva de la orientación teórica del entrevistador. A pesar de la diversidad de enfoques existentes en el campo de la salud mental, aún los exponentes más connotados  de la corriente organicista, consideran que la Entrevista debe ir siempre dirigida a establecer de inicio el buen “rapport”, relación cordial, de confianza, de respeto mutuo que debe unir siempre al profesionista y a su paciente, siendo esto un instrumento para provocar en el paciente el estado de ánimo adecuado para que se sujete a las indicaciones del profesional tratante.

            Por otro lado Sullivan, 1959, manifiesta que la Entrevista es principalmente una situación de comunicación verbal, en un grupo de dos o mas personas, voluntariamente integrada, sobre una base progresivamente desarrollada de experto – paciente, con el propósito de elucidar pautas características del comportamiento del sujeto entrevistado; dichas pautas o normas particularmente productoras de dificultades significativas, en relación de las cuales se espera obtener algún beneficio. Del mismo modo la Entrevista Clínica, tiene la ventaja de señalar el verdadero espíritu de la misma, a partir del establecimiento de una comunicación que permita el esclarecimiento de la conducta del entrevistado, esto mediante la realización de interrogatorios exhaustivos, cuya meta es la obtención de datos, que pretendiendo ser “objetivos” sólo exploran lo que el paciente  conoce de sí mismo y esta dispuesto a revelar. El interrogatorio ignora la existencia de los mecanismos defensivos inconscientes, que operando a través de olvidos, omisiones y desplazamientos, están encaminados a evitar la emergencia de afectos displacenteros, cuando las preguntas del entrevistador se acercan a los conflictos reprimidos generadores de la patología presente o amenazan la autoestima del entrevistado.

            El énfasis en el carácter oral o vocal y no simplemente verbal de la entrevista, aunque justo, es limitado. De la entonación, ritmo de la conversación, lapsus, omisiones, entre otros, se obtienen datos valiosos para la identificación de áreas conflictivas en la vida del paciente. Un “sí” acompañado de una inhalación prolongada, o un “no” excesivamente enfático, pueden ponernos sobre aviso en cuanto a la veracidad de la respuesta o ser indicios de la existencia de conflictos en el área explorada.

            Del mismo modo en cuanto a la asistencia del paciente a la Entrevista, se puede observar que mientras haya pacientes seriamente interesados en la Entrevista, otros sólo asisten a ella bajo presión familiar o judicial, se considera que la actitud inicial del paciente debe de ser observada detenidamente, así muchas personas inicialmente resistentes a la Entrevista resultan notablemente comunicativas, cuando descubren que el entrevistador es sensato en sus preguntas y sobre todo de criterio amplio y con un gran sentido de la justicia, entonces el paciente expresará con mayor libertad lo que verdaderamente desea expresar. Siendo el propósito de la Entrevista “elucidar las pautas características del vivir del entrevistado y que pautas o normas experimenta como particularmente productoras de dificultades o especialmente valiosas”, se pretende con ella descubrir las dificultades de la vida que no encuentran una explicación congruente  porque las razones culturales y educativas lo han hecho nebulosas, confusas para sí mismo y para los demás.

            Tales dificultades se destacan más claramente y adquieren significado cuando se descubre qué clase de personas son, que hacen y por que; Las pautas de conducta que llevan a los pacientes a las dificultades actuales, surgen de sus experiencias pasadas e interpretan en magnitudes diversas, todos los aspectos de las relaciones consigo mismos y con las personas y ambiente que les rodean, la mínima esperanza que tiene quien se somete a una Entrevista es la de conseguir algún alivio a su sufrimiento, pretendiendo con gran frecuencia la resolución inmediata, de dificultades a veces de larga data y que se extiende por casi la totalidad de la vida.

            Si unimos esta expectativa irracional con la actitud de un entrevistador inexperto y preocupado sólo por la recolección de “datos” para llenar y concluir un expediente, tenemos los prerrequisitos convenientes para el fracaso de una Entrevista como tal. Aún los viejos profesionistas expertos en la materia de psicología, así como en Terapia Breve, se conceden un mínimo de tres entrevistas para planear y realizar su objetivo de trabajo sobre el paciente. La Entrevista psicológica forense, no es un encuentro fortuito o al azar entre profesionista y paciente, se desarrolla a partir de las ciencias básicas de la psicopatología y la psicodinamia, en un intento para la comprensión de la relación entre psicopatología y conflicto emocional en un individuo dado. Por ello al psicólogo le interesan los factores significativos de la vida del paciente, que sean de utilidad para dar respuesta a los requerimientos judiciales.

            El contenido de la Entrevista incluye para los autores, tanto los elementos verbales como el pre verbal, así como las intervenciones específicas del entrevistador, las que son motivo de un escrutinio, expresado a través de cuestionamientos del mismo paciente. Ningún síntoma aislado tiene valor diagnóstico, es el síndrome, o sea, el conjunto de síntomas el que nos permite llegar a la determinación de la diagnosis.   

 

 

 

DESCRPCION Y SELECCIÓN DE INSTRUMENTOS DE EVALUACION PSICOLÓGICA FORENSE.

 

     

            Durante todo este tiempo se ha sabido que la detección, el diagnóstico y la evaluación son funciones inherentes al ejercicio profesional del psicólogo, actividades que tomando en cuenta la preparación personal, la actualización profesional, así como la personalidad misma de cada psicólogo en particular, son lo que en su momento van a determinar el ejercicio profesional del mismo. De la misma forma el psicólogo forense se encuentra comprometido con su tarea, ya que es la autoridad judicial quien dará su crítica cualitativa a este trabajo que requiere sumo cuidado y preparación del mismo profesional.

Los fenómenos sociales como la desintegración familiar, la sociopatía, la psicopatía y adicciones que dan lugar a situaciones conflictivas de índole social, en la que fenómenos psicológicos relacionados con la violencia individual, familiar y social producen daños irreparables e importantes de ser medidos por expertos Especialistas en materia de Psicología Forense, los cuales intervienen en la difícil tarea de intentar dar solución o auxiliar a las personas afectadas proporcionando alternativas que les permitan asumir y trabajar sobre los conflictos que viven, aunado esto con la función del  mismo profesionista, al auxiliar también a la autoridad jurídica competente.

La violencia humana y las alteraciones de la personalidad, producen fenómenos humanos complejos, los cuales se convierten en difíciles disputas personales, que dan origen a situaciones de conflicto como; desintegraciones familiares, violación, abuso de diferentes tipos, corrupción de menores, secuestro, entre otros. Por todo ello es necesario habilitar y capacitar al Psicólogo Forense y a los Profesionistas afines, inmiscuyéndolos al universo de las temáticas estructurales relativas a la tarea profesional.

           De forma general y específica, es necesario que los profesionales de la Psicología Forense se preparen a conciencia en las distintas áreas, tanto en los instrumentos de su profesión como en los aspectos procedimentales y el ejercicio profesional en materia de responsabilidad y en aquellos ámbitos de la delincuencia pública, los de inteligencia policial, el terrorismo y la delincuencia organizada.

            Las pruebas psicológicas tan ampliamente difundidas y empleadas con diversos fines, en todo el mundo, hay quienes les otorgan un poder ilimitado y equivocadamente se cree que con sólo aplicarlas y calificarlas, por sí solas, proporcionan toda la información que el profesional requiere obtener para el ejercicio profesional de esta área. Para lograr llevar a cabo un trabajo profesional, debe haber un conocimiento amplio acerca de pruebas psicológicas y ser muy cuidadosos al calificar, analizar e interpretar los datos obtenidos en ellas, de igual forma hay que tener mucho cuidado con lo que se plasmará en el dictamen emitido por el mismo profesionista, ya que se estará determinando sobre la vida de uno o varios sujetos, según sea al caso.

            Frente a dichas posturas críticas, debemos estar conscientes de que las pruebas juegan un papel fundamental para el diagnóstico de un peritaje, sin embargo, no son como la “Biblia” para el clérigo, hay que reconocer que tanto las pruebas psicométricas como las proyectivas, así como los inventarios y cuestionarios específicos, tienen sus alcances y limitaciones. En la medida de que el profesionista se percate de que las pruebas únicamente son herramientas desarrolladas con cierta tecnología, con una base teórica determinada que es necesario conocer, se les podrá dar un valor justo y usarlas de manera adecuada, con responsabilidad y criterio profesional ajustado a la realidad del sujeto sometido a estudio, entendiendo de esta forma que a través de determinados estímulos se pretende medir la inteligencia, evaluar la personalidad, las aptitudes y el funcionamientos mental, tomando en cuenta y no perdiendo de vista la “situación de conflicto” por la que el paciente atraviesa. Sabiendo que en el mercado existen un sinfín de pruebas psicológicas diseñadas para diferentes usos y cada año, sobre todo en Estados Unidos y en España, se desarrollan nuevas técnicas de evaluación, trabajando en su validación con muestras reales, lo que con este trabajo se pretende un reconocimiento a la labor que el Psicólogo Forense ha hecho en esta área, en el actual proceso de su nacimiento.  

 

 

 

GRAFICAS ESTRUCTURALES QUE CONTIENEN LOS PERFILES DE PERSONALIDAD ENCONTRADOS EN EL PRESENTE TRABAJO.

 

Para llevar a cabo dicho proceso de Investigación, se realizó una clasificación de los casos de acuerdo a las características especiales que en conjunto son semejantes, como año, el área de donde se hace el requerimiento, ya sea Familiar, Penal, Civil, del Consejo de Menores, Salas o en su defecto de Paz Penal; tomando en cuenta de igual forma el sexo y las edades de las personas de cada caso estudiado, los estudios con los que cuenta cada persona en específico, así como el estado civil de cada uno de los integrantes de las familias analizadas; la ocupación, el tipo de juicio que se esta llevando a cabo en cada caso, así como la dinámica familiar en la que se encuentran inmersos, las características de cada caso, las conclusiones y el diagnósticos realizado en cada uno de ellos.

Con lo cual se pudo establecer los parámetros con los que se trabajó en las gráficas correspondientes a cada aspecto relacionado con los casos atendidos en el Servicio Médico Forense a partir del año 2001 al 2007; comprendiendo de esta forma la evolución de la problemática que en ese lapso de tiempo existía en nuestra sociedad. Así a partir de las “situaciones de conflicto” analizada en conjunto y por separado en cada caso específico, se tendrá la oportunidad de ir evolucionando en el sentido de mejorar el Servicio que en esta área se proporciona a las personas que los requieren, así como la actualización profesional del personal existente en dicha área.

Por ello consideramos de gran importancia realizar un estudio cualitativo y cuantitativo, que de cuenta gráficamente de la población que en dicha área se atiende y de esta forma estar en posibilidad de crear nuevos protocolos de investigación, a efecto de brindar una aportación a la sociedad en la que actualmente vivimos. 

 

 

 

CONCLUSIONES.

 

 

 

BIBLIOGRAFIA.

 

I.              “Psicodiagnóstico Clínico” 3ª. edición. Ezquivel, Heredia y Gómez. Edit. Manual Moderno. 2007.

II.              “Manual y guía de Interpretación de la técnica de dibujo proyectivo”. John N. Buck, W. L. Warren. Edit. Manual Moderno. 2002.

III.              “Técnica de la Entrevista Psicodinámica”. Isabel Díaz Portillo. Edit. Paz México. 1994.

IV.              DSM – IV – TR. Breviario. “Criterios Diagnósticos”. Edit. Masson. 2005.

V.              Décima Revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades. “Trastornos Mentales y del Comportamiento”. CIE 10. Edit. Meditor. 1992.

VI.              “Intervención en Crisis”. Manual para práctica e investigación. 2ª. Edición. Karl  A. Slaikeu. Edit. Manuel Moderno. 1996.

VII.              “Síndrome de  Alienación Parental”. S. A. P. José Manuel Aguilar. Edit. Almuzara. 2005.

VIII.              “Medición Clínica en Psiquiatría y Psicología”. Bulbena, Berrios, Fernández. Edit. MASSON. 2003.

IX.              “Manual de Psicología Forense”. Blanca Vázquez Mezquita.

X.              Método Steller.

XI.                

 

ELABORO:

Psic. Juánica Alonso Vázquez.

Perito en Psicología Forense del

Servicio Médico Forense

del Distrito Federal.